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sábado, 23 de junio de 2012

LOS SECRETOS DE NUESTRO RIVAL





En una selección española en la que los fantasmas han quedado muy atrás, aquel vestido de cuartos de final, aquel otro con cuerpo de miedo escénico, uno sigue presente: Francia. Un rival al que España todavía no ha ganado en partido oficial y del que se desprenden algunos de los pasajes más dramáticos de la historia reciente de la selección. El balance habla de cuatro derrotas en torneo continental y un empate, además de la derrota del Mundial de Alemania del 2006.

El fallo de Arconada

España se topó en la final de la Eurocopa de Francia de 1984 con la selección anfitriona, la Francia de Alain Giresse, Jean Tigana y sobre todo, del genial Michael Platini. Una final que queda en la memoria colectiva por ese fallo del portero español Luis Arconada que no acertó a la hora de atajar una falta lanzada por Platini. El balón rodó angustiosamente hasta las redes y dio el 1-0 a Francia. Bruno Bellone sentenciaría el partido. Francia se convertía en campeona por primera vez en la historia.

Eurocopa 2000

Eurocopa de Bélgica y Holanda. España se venía de clasificar para cuartos frente a Yugoslavia en el último minuto con un gol de Alfonso, haciendo un fútbol vistoso de la mano de Camacho, aunque con tortuosa travesía. Francia se cruzó en el camino, recientes campeones. Raúl tuvo en sus pies la posibilidad de redimirse del mal fario galo con un penalti señalado por el italiano Pierluigi Collina en el último minuto, con 2-1 para la entonces campeona del mundo. El golpe se fue alto, así también el sueño europeo de una selección sumida en el pesimismo.

Y apareció Zidane

Con menos dramatismo, España se volvería a cruzar en el Mundial del 2006 con Francia. El combinado español llegaba como primero de grupo, practicando un gran fútbol, antecedente de la Eurocopa de Austria y Suiza,. Francia, sin embargo, desplegaba un juego errático, con un Zidane a punto de colgar las botas. 

España se toparía con su fantasma particular, y tres goles de Ribery, Vieira y Zidane aniquilaban el sueño español. "En esta selección hay gente muy joven que tiene que aprender de partidos como éste", presagiaba el entonces seleccionador nacional, Luis Aragonés. Parece que la lección está aprendida. 

Duelo de Santos

Iker Casillas lleva mucho tiempo sorprendiendo a todos tanto en su club, el Real Madrid, como en la selección de España. En los últimos tiempos se han vertido sobre él muchas críticas sobre la perdida de seguridad. Lo cierto es que Iker sigue siendo el santo que llevó a España a ganar su primera Eurocopa hace cuatro años, siendo clave en la tanda de penaltis. Dos años mas tarde, en el Mundial de Sudáfrica, de nuevo Casillas fue uno de los más determinantes. Sus paradas en la final ante Holanda supusieron el mayor logro deportivo en la historia de la selección española.

Por su parte, Hugo Lloris, actual jugador del Olympique de Lyon, participa por primera vez en una Eurocopa con su selección. Ya jugó el Mundial de Sudáfrica como portero titular pero sin mucha fortuna. El primer partido, con un empate a 0 ante Uruguay y una gran actuación del portero galo. Sin embargo, los dos goles encajados en sendos encuentros ante Sudáfrica y México terminaron por eliminar a su país. Llega a la competición europea con un gran momento de forma y muchas esperanzas están puestas en sus paradas. Tampoco ha tenido un inicio muy solvente, recibiendo tres goles en contra.

Iker Casillas cuenta ya con 31 años y 134 partidos internacionales a sus espaldas. Desde el año 2000 se erigió como portero titular de la selección española y no ha soltado ese puesto. Tiene grandes reflejos y es muy seguro en los balones por alto. Sabe perfectamente como colocarse en las salidas y está siempre muy atento.

 Hugo Lloris tiene 25 años de edad, ya tiene 36 partidos internacionales con la selección gala. Tiene una gran envergadura, con 1,88 metros. A pesar de su elevada estatura, se mueve muy bien bajo los palos y a buen seguro será el sábado un portero difícil de batir.

A favor de Casillas: Su veteranía le hacen llevar los galones de España de la mejor manera posible. El capitán español es uno de los jugadores más importantes tanto dentro como fuera del campo.

A favor de Lloris: Si Francia consigue encontrar el camino en las demás líneas, Lloris es un portero que no suele fallar y es una garatía muy importante para Laurent Blanc.

España ante su espejo

Cuando Laurent Blanc se hizo cargo de la selección francesa, giró la cabeza hacia el fútbol español. «La Roja» le había convencido de que Francia llevaba varios años transitando por el camino equivocado. 

Cuando se trataba de seleccionar jugadores en las categorías inferiores, el físico era siempre el primer criterio, por encima del talento. Un modelo que sirvió a la selección francesa para ganar su primer Mundial hace catorce años y la Eurocopa dos años después. Pero aquel equipo, además de un prodigio físico, se permitía disfrutar de jugadores como Zidane, Djorkaeff o el propio Blanc.

«Los seleccionadores franceses no podemos seguir eligiendo según el criterio físico de los chicos. Así nunca descubriremos a un jugador como Iniesta», se lamentaba con razón. «En España, el criterio es la calidad futbolística. Debemos tomar nota», advertía. Y a eso se ha dedicado desde que fue nombrado seleccionador de los «bleus» hace dos años.

Inspirado en «La Roja» y en el Barcelona, donde jugó una temporada, el seleccionador francés intentó que Francia dejara de ser un equipo amparado exclusivamente en su poder físico y se concentrara en la pelota. 

Igual que hizo Alemania en su momento estudiando los métodos de trabajo de la Federación Española con las divisiones inferiores, Blanc quiso trasladar el modelo español a su selección. Ahora, Francia es un grupo que no tiene prisa por llegar, que quiere la pelota y dominar la posesión, mandar en los partidos.

Han pasado dos años y Blanc sigue «enamorado» de Iniesta. «Es uno de los jugadores clave de España. Es increíble. Sabe cómo jugar la pelota, cómo pasar, es uno de los mejores del mundo», dice. Pero, aunque ha querido «copiar» el modelo de la Selección española, es consciente de que la imitación nunca puede ser mejor que el original. «España es un rival muy fuerte, ellos hacen su juego y nosotros nos tenemos que adaptar, aunque eso no significa que nos olvidemos de nuestros sistemas», asegura. «Van a controlar la posesión y tenemos que aceptarlo», dice en tono realista.

Por eso, Laurent Blanc modificará un poco su sistema. «Croacia e Italia nos han enseñado el camino en la primera fase», afirma. «Cada vez que había una oportunidad iban a por ellos. Tenemos la mente preparada para correr mucho. Tenemos que ser rápidos y jugar con profundidad», advierte. «Tenemos las armas para ser peligrosos contra ellos. Croacia e Italia han mostrado que la solidaridad, la calidad y la voluntad sirven y eso lo vamos a tener nosotros».

Los futbolistas españoles, sin embargo, no esperan encontrarse a la Francia que anuncia Blanc. «A Ribèry y compañía les gusta tener la pelota, como a nosotros», anuncia Mata. «Eso de que Francia va a jugar replegada no termino de creérmelo», asegura.

Francia llega después de que la derrota ante Suecia (2-0) en el último partido de la primera ronda originara una pequeña crisis en el vestuario. «Había que calmar a todo el mundo, había mucha tensión. Es normal después de perder un partido», reconoce. «Pero todo pasa con una rapidez increíble y ya estamos concentrados en el partido».

Un recuerdo que está más vivo en la Selección española que en la francesa. Casillas, Sergio Ramos, Xavi, Xabi Alonso, Cesc y Torres, además de Reina e Iniesta, que fueron suplentes, son los supervivientes españoles de la última tragedia internacional de la actual campeona del mundo. En Francia sólo quedan Ribèry, Malouda y Alou Diarra, que vio el partido desde el banquillo.

«El fútbol siempre te ofrece una revancha», dice Sergio Ramos. «Aquella Selección estaba empezando a formarse. Éramos futbolistas muy jóvenes, sin experiencia, que en estas competiciones es un grado súper importante», añade. Pero más que sentimiento de venganza, España tiene la necesidad de recuperar las sensaciones que la llevaron hace cuatro años a ganar la Eurocopa, de volver a ser ella misma. «Hay que intentar seguir la filosofía que nos ha llevado al éxito, respetando a los rivales y haciendo las cosas bien», afirma Ramos.

Las cosas se hacen bien con delantero o sin delantero, aunque Vicente del Bosque siempre puede sorprender de alguna manera en la alineación. La sanción de Mexes obliga a Blanc a dar la titularidad a Koscielny. «Sólo tenemos tres centrales y sabíamos que iba a tener que jugar», afirma sin asomo de preocupación, aunque en el fondo tiene más que asumido que España es la favorita para encontrarse con el Portugal de Cristiano Ronaldo en semifinales.

 «Podemos romper con la historia»

«Nos tacha todo el mundo de favoritos, pero también hay antecedentes. Francia siempre ha sido superior a nosotros en partidos oficiales. A ver si podemos romper con la historia y contar con el aval de nuestro presente», dice el seleccionador, Vicente del Bosque.

 El técnico no quiere que el ánimo de revancha de los que vivieron la eliminación del Mundial de 2006 ni la seguridad en la superioridad actual del fútbol español puedan evitar que España funcione como está acostumbrada a hacerlo en los últimos tiempos. «Francia está jugando a un gran nivel, llegaba con muchos partidos consecutivos sin perder y con muy buen fútbol porque tienen jugadores para ello», recuerda el seleccionador. Y destaca a Benzema: «Ha hecho una excelente temporada. Se mueve bien y siempre llega a gol. Es un goleador estable».

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