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martes, 26 de julio de 2011

URUGUAY REY DE AMERICA


Fue una final desigual, Uruguay salió con furia, con la necesidad de invadir el campo contrario con la finalidad de intimidar a los paraguayos. Era un partido de mentalidades, los de Tabarez nunca se dejaron a los de Martino entrar en el partido, sentirse capaces de ganar a la celeste.

En los primeros compases, recuperaciones rápidas, agresividad en los duelos y verticalidad extrema. Recuperar y soltar, balones a Luis Suárez para que este fuese el escalón para encontrar al mejor Forlán.

Líder de esta selección, el tercero de la saga familiar que hace historia con la celeste. El primero y el segundo fueron jugadas simétricas, en el primero hubo la fortuna de los rechaces porque ni Diego Pérez la quería enviar ahí ni Suárez meterla al palo largo pero sea como fuese la acción del 7 del Liverpool estuvo llena de interpretación.

Antes del primero hubo dos penaltis a favor de Uruguay, un tercero en el segundo tiempo que se quedó sin pitar lo cual unido al marcador deja un ganador indiscutible. En el segundo, al filo del descanso, el gol fue de Forlán. Gran definición tras una acción del “Cacha” Arévalo Ríos que recuperó y soltó para facilitar al uruguayo de momento colchonero en su primer gol del torneo.

Más allá de la virtud celeste, el demérito de los paraguayos. Horribles en defensa, mal en lo posicional y con errores impropios de una selección que se viste por los pies. Nunca regalan nada, son correosos y con una salida de contra tan clásica como efectiva. Lo suyo es el juego directo y el aprovechamiento de los balones parados. Así funciona una selección, la de Martino, que por más que haya llegado a la final ha estado muy lejos del nivel exhibido en el Mundial de Sudáfrica donde fue lo que es siempre, un hueso duro de roer.

En los campeones, soberbio Muslera. Gran arquero, extraordinaria proyección. Una pérdida de la Lazio, un buen fichaje del Galatasaray. Entre medias, una buena cantidad económica para compensar. En la defensa un Lugano en su mejor versión y un buen Coates que empezaba siendo el ultimísimo de la lista. En los laterales llamó la atención Maxi Pereira. Siempre rinde bien.

En la media, recuperación, carácter y batalla. Agresividad, interpretación sencilla de un fútbol donde la fortaleza sostenía al equipo. Contra Argentina fueron uno menos y nadie lo notó, allí ganaron el Torneo. Arriba, Luis Suárez y Forlán, ambos estuvieron inmensos. En la final entró Cavani para poner el broche de oro a una temporada para enmarcar aunque esta Copa América no fue el último torneo del calendario europeo sino el primero y de ahí que hayamos visto a muchos que ni siquiera consiguieron arrancar.

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