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lunes, 9 de abril de 2012

GUAITA Y EL VALENCIA SILENCIAN EL BERNABEU


El Valencia da un vuelco a la Liga y deja al Barcelona a cuatro puntos de un Real Madrid que aún tiene que pasar además por la Ciudad Condal. El conjunto ché llegaba hundido en el campeonato y fue capaz no sólo de aguantar estoicamente el empate a cero en el Santiago Bernabéu, sino de hacer peligrar en muchos momentos el punto que sumó el equipo blanco.

Un Real Madrid que puso toda la carne en el asador en un partido abierto, eléctrico, apasionante, vertiginoso, de ida y vuelta en muchas fases, y con una decena de ocasiones claras y tres palos por ambos conjuntos. Pero un Real Madrid que sin embargo fue incapaz de batir a un Guaita que en el coliseo blanco estuvo de cinco estrellas, y que seguro que estará a partir de hoy en el imaginario del barcelonismo, como antaño lo estuvo Tamudo. Lo merece.

Era final de Semana Santa, sin embargo la sensación ya desde antes del partido entre la afición no era de que fueran vacaciones, sino de que la Liga estaba en juego. Como efectivamente estaba tras la victoria del Barcelona. Y así lo demostraron ambos equipos en una primera parte vertiginosa, eléctrica, sin tregua, de fútbol de muchos quilates, con una disciplina táctica deliciosa por parte de ambos equipos, sólo al nivel de las individualidades que trataban de romperla.

El triángulo Topal-Parejo-Tino Costa en el Valencia consiguió desconectar por muchos momentos los hilos entre Xabi-Khedira y sus cuatro atacantes, que por fases se encontraban solos ante una defensa che muy bien pertrechada atrás. Así, eran los Ozil y Ronaldo, uno con su visión y otro con su potencia, los encargados de intentar quebrar con acciones individuales la red valencianista. Que cuando conseguía atrapar un balón entre sus mallas, salía rápidamente al contragolpe con unas bandas Feghouli-Ricardo Costa y Piatti-Jordi Alba muy bien entrenadas para ello.

Con este reiterativo guión, fueron muchas las ocasiones que tuvieron ambos equipos. Ronaldo, que centró todas del lado blanco, remató al palo a los siete minutos, luego a punto estuvo de embocar al primer toque una buena triangulación colectiva que despejó Guaita, y no llegó a cabecear un buen centro de Higuaín cuando estaba solo en el área pequeña.

Avisos de los que también dispuso el Valencia, algo no habitual en un Santiago Bernabéu más tenso que nunca. Y es que Ricardo Costa hubiera marcado si su cabezazo cuando estaba solo dentro del área no se estrella en el poste, o bien Piatti después de una buena jugada de Feghouli si Casillas no hubiera salvado in extremis el disparo.

En el descanso, José Mourinho dio entrada a Di María en lugar de Higuaín para así volver con un 4-2-3-1 bastante más equilibrado. Sin embargo, ni con el Fideo en el campo consiguió el Real Madrid dominar a un Valencia muy batallador. De hecho, si Ronaldo tuvo un buen disparo dentro del área que sacó Guaita in extremis, Tino Costa respondió a los cinco minutos con un ‘tinazo’ desde 30 metros que se estrelló en la mismísima escuadra de la meta de Casillas.

El partido estaba completamente abierto, tanto uno como otro habían plantado sus credenciales y ambos tenían chances de llevarse los tres puntos en un final de infarto. Ronaldo la volvió a tener con Guaita fuera del arco, y luego en un mano a mano donde se trastabilló y no llegó ni a rematar. Mientras que Mathieu, que salió para reforzar la banda izquierda, también daría réplica con un tiro desde fuera del área que se marcharía cerca del palo de Casillas.

Mourinho, consciente de que se le podía estar escapando la Liga, dio entrada a Kaká por Khedira en el último cuarto de partido, y lo cierto es que con el brasileño sobre el campo, el Real Madrid llegó a ahogar al Valencia en su campo por momentos, con Di María y Benzema a punto de marcar en sendas acciones donde Guaita se volvió a erigir nuevamente en el protagonista de la noche. En una, sacó una mano providencial a un fuerte tiro del Fideo, y en la otra, sacó dos mano a mano con el francés.

El carrusel de ocasiones no iba a cesar hasta el último minuto de un partido que conservó todo su vértigo y emoción hasta el final. Benzema no alcanzaría a rematar un centro medido de Di María, el Fideo dispararía fuera después de una buena jugada individual cuando quedaban cuatro minutos y Benzema, ya en el descuento, pondría de nuevo a prueba a un Guaita espectacular.

Mientras que en la otra portería, Casillas tuvo su momento de gloria al final al salvar un mano a mano con Jordi Alba, poco después de que Pablo Hernández hubiera avisado con un tiro desde dentro del área que se marchó desviado in extremis por Marcelo.


Oportunidades que mantuvieron al madridismo en vilo hasta el final, pero que no sirvieron para mover el marcador sino para dar más emoción a una Liga que se pone interesantísima en su tramo final, con el Barcelona a cuatro puntos de un líder que aún tiene que pasar por el Camp Nou.


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