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sábado, 14 de abril de 2012

EL BAYERN TIRA LA LIGA


Poca o ninguna conclusión puede sacar el Real Madrid del encuentro del Bayern en la Bundesliga. Ni para bien, ni para mal. Hasta cinco titulares reservó Jupp Heynckes pensando en el partido de Champions, una vez que la derrota del miércoles ante el Borussia alejó al equipo bávaro definitivamente de la lucha por la Bundesliga. Lahm, Luiz Gustavo, Kroos, Ribery y el goleador Mario Gómez se quedaron en el banquillo, velando armas para el enfrentamiento ante el conjunto de Jose Mourinho.

La victoria del Dortmund ante el Schalke 04 complicaba aún más el título para los de Múnich, que salieron al césped del Allianz con nueve puntos de desventaja y la necesidad de vencer si no querían entregar el título de campeón al Dortmund Pero no lo hicieron. Partido malo del rival de los madrileños, que se quedan ahroa a ocho puntos a falta de nueve por disputar del liderato. Empezó atacando el Bayern, apoyado en un Robben con ganas de redimirse tras su desastroso partido de la pasada jornada en el Westfalenstadion. Junto a Olic lideró el arreón inicial del Bayern, que se fue diluyendo como un azucarillo hasta dejar el control del encuentro en manos del Mainz, que demostró el por qué de su clasificación al no saber manejar el encuentro cuando el Bayern le dio facilidades.

Apático el Bayern y con las cosas poco claras el Mainz, el partido era soso hasta que un arranque de orgullo de los de Heynckes al final del primer tiempo lo hizo divertido. Tymoshchuk estrelló un balón en el palo desde lejísimos tras un rechace de un córner en el minuto 42 y en el 44', Olic, con todo a favor, erró delante del portero Müller al golpear el balón con la espinilla y no con el empeine. Un fallo impropio del delantero croata.

En la segunda parte las cosas no cambiaron, el partido era malo, muy malo. Las únicas ocasiones eran propiciadas por el mismo espíritu que hace jugar en los patios de los colegios. Descontrol, pelotazos... Todo lo contrario a lo que se podía presuponer de un partido en el que un semifinalista de Champions se juega la última opción de conquistar su Liga. Pero es que el Bayern ni era el Bayern ni tenía la cabeza en la Bundesliga. Salió Ribery en el descanso, pero el juego no mejoró en exceso.

Es más, el destino del partido pudo ser otro si el colegiado Markus Schmidt no hubiese señalado un fuera de juego que no fue en el minuto 51 que dejaba a Szalai frente a Neuer. Pero nada, que no había manera. El Bayern tenía la cabeza en otro sitio y el juego guardado en el armario. Lo intentó desde lejos, sin convicción, como quien realiza una tarea molesta, incómoda a pocos días de una gran cita. Ni con Gómez y Kroos. Nada. Un barco fantasma.

Intentó maquillarse y asediar al final, pero ya no había remedio. El empate era un hecho, el Bayern entregaba la cuchara y le cedía en bandeja al campeonato al Borussia Dortmund. Los de Heynckes se enfrentarán al Madrid tras dos pifias consecutivas, con ganas de darle una alegría a su afición después de la decepción de ver volar una Bundesliga más. Y, por lo visto ante el Mainz, lo hará con las pilas cargadas tras el penoso rendimiento ofrecido por los bávaros.

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