Dio la sorpresa contra el Real Madrid en la cuarta jornada de Liga y, durante muchos minutos, el Levante soñó con repetir la machada contra el otro grande del futbol español. Pero el Barça se encomendó a Messi y el Balón de Oro fue capaz de echarse el equipo a la espalda y remontó el partido con dos goles en poco más de cinco minutos.
Pero sufrió. Y de lo lindo el Barça. Guardiola dejó de inicio a Iniesta en el banquillo, colocando a Pedro en punta junto a Alexis y Messi, con Cesc por detrás y Xavi de organizador. Pero no era el día del cerebro español y su equipo le echó en falta. Apenas tuvo ocasiones el equipo que vistió de verde en el Ciudad de Valencia y el Levante, muy metido en el partido, presionante y consciente de lo que había en juego, no se echó atrás. Aprovechó su ocasión en un penalti por mano de Busquets y Barkero adelantó a los de JIM.
Guardiola no se lo pensó dos veces: se olvidó del Chelsea y del Real Madrid y metió en el partido a Iniesta, el hombre récord que acumula (con éste) 55 partidos consecutivos sin perder en Liga. El cambio fue importante, como el de Cuenca en la banda derecha por Xavi, por extraño que parezca. El Barça empezó a llegar por banda y la presencia de Iniesta surtió de balones a Messi.
El argentino, desaparecido en el primer tiempo, aprovechó una pared con el de Fuentealbilla para igualar el partido con un zapatazo en el minuto 63 y, sólo cinco más tarde, era el encargado de transformar un penalti señalado por el asistente de Teixeira Vitienes por empujón de Botelho a Cuenca. El Barça se volvía a meter en el partido y, de paso, en la Liga, que la tuvo perdida durante muchos minutos. Todo el fútbol español mira ya al Camp Nou el próximo sábado a las 8 de la tarde a un duelo que puede decidir el título.
Pero sufrió. Y de lo lindo el Barça. Guardiola dejó de inicio a Iniesta en el banquillo, colocando a Pedro en punta junto a Alexis y Messi, con Cesc por detrás y Xavi de organizador. Pero no era el día del cerebro español y su equipo le echó en falta. Apenas tuvo ocasiones el equipo que vistió de verde en el Ciudad de Valencia y el Levante, muy metido en el partido, presionante y consciente de lo que había en juego, no se echó atrás. Aprovechó su ocasión en un penalti por mano de Busquets y Barkero adelantó a los de JIM.
Guardiola no se lo pensó dos veces: se olvidó del Chelsea y del Real Madrid y metió en el partido a Iniesta, el hombre récord que acumula (con éste) 55 partidos consecutivos sin perder en Liga. El cambio fue importante, como el de Cuenca en la banda derecha por Xavi, por extraño que parezca. El Barça empezó a llegar por banda y la presencia de Iniesta surtió de balones a Messi.
El argentino, desaparecido en el primer tiempo, aprovechó una pared con el de Fuentealbilla para igualar el partido con un zapatazo en el minuto 63 y, sólo cinco más tarde, era el encargado de transformar un penalti señalado por el asistente de Teixeira Vitienes por empujón de Botelho a Cuenca. El Barça se volvía a meter en el partido y, de paso, en la Liga, que la tuvo perdida durante muchos minutos. Todo el fútbol español mira ya al Camp Nou el próximo sábado a las 8 de la tarde a un duelo que puede decidir el título.
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