Real Madrid y Barcelona empataron (2-2) en el partido de ida de la Supercopa de España en un duelo en el que los blancos se mostraron superiores a sus contrincantes merced a su mejor estado de forma y hambre de revancha aunque perdonaron una oportunidad de oro para vencer a su eterno rival que consiguió anotar en sus dos únicos disparos a la portería de Iker Casillas.
El primer 'clásico' de la temporada 2011/12, y el quinto del año 2011, dejó ver un Madrid y un Barcelona desconocidos. Mourinho alineó al mismo once que recibió el 5-0 en el Camp Nou la temporada pasada, pero la actitud y la fe del equipo blanco en sus posibilidades fue muy distinta. Mientras que el conjunto blaugrana no terminó de encontrarse a sí mismo a lo largo del partido, Messi no conectó con la pelota y Thiago no pudo hacer de Xavi. Sin embargo, el resultado fue de tablas.
El dominio blanco se transformó en oportunidades muy pronto. En el minuto ocho, Cristiano, por banda izquierda, puso un balón preciso a la cabeza de Karim Benzema que solo en la frontal del área pequeña cabeceó picado. Valdés, en una gran estirada despejó lo que podría haber sido el primero de la noche.
Con la primera oportunidad, el Real Madrid creyó que podía vencer al todopoderoso Barça y cuatro minutos más tarde, el equipo de Mourinho no perdonaría en una contra de manual. Ramos recuperó el balón en feudo madridista y abrió banda para Di María, este prolongó para la carrera de Benzema que tras llevarse a Abidal asistió para que Özil completamente libre de marcha adelantara a los blancos.
Con el 1-0, el conjunto madridista bajó el ritmo frenético mostrado hasta el momento y el Barcelona intentó recuperarse. Messi bajó más a recibir y el FC Barcelona tuvo sus primeras posesiones largas, aunque en el minuto 30 aún no había disparado entre los tres palos. Sin embargo, en una de las bajadas de Messi, éste entregó la pelota a David Villa, que encaró a Ramos en la frontal izquierda del área y lanzó un derechazo precioso que se coló en la escuadra de la meta defendida por Iker. 1-1, minuto 35 de partido.
Con empate en el marcador, el Madrid recuperó el hambre de victoria saciado tras el gol de Özil. Benzema dispuso de dos oportunidades y Cristiano de otra más para adelantar a los blancos antes del descanso, sin embargo, sería Messi, quien aprovecharía un inoportuno resbalón de Pepe para quedarse solo ante Casillas, definir de forma perfecta y poner el segundo en el marcador justo antes del descanso. Segundo disparo del Barça, segundo gol en su casillero.
Tras la reanudación, el Barça quiso ser el Barça, sin embargo esta vez fue el Real Madrid quien anotó en su primera oportunidad en un potente chut de Xabi Alonso desde la frontal tras un córner. Con el empate, los entrenadores movieron el banquillo, Coentrao había entrado un minuto antes y Xavi, Piqué y Callejón, que debutó en partido oficial, lo hicieron a continuación mientras que Pepe y Alves se volvieron a ver las caras en una jugada que calentó los ánimos del Bernabéu.
El gol de Alonso espoleó al conjunto blanco que siguió practicando un fútbol ofensivo y directo aunque desperdició sus oportunidades. Las más claras, dos de Cristiano dentro del área y otra de Benzema que volvió a cabecear sólo en el área blaugrana a las manos de Valdés. En el ecuador de la segunda mitad, ya con Xavi en el tapete, el Barcelona se plantó mejor en el campo, achicó espacios y comenzó a inquietar aunque de manera lejana la portería defendida por Iker.
El Barcelona se fue soltando aunque estaba a años luz de la imagen mostrada dos meses y dieciocho días atrás en Wembley en la final de la 'Champions'. Sin embargo, había encontrado una fórmula que podía funcionar, balones a la espalda de los laterales del conjunto blanco.
En estas estaba el partido cuando llegó la jugada polémica del encuentro. Callejón centró buscando a Cristiano, Valdés intentó atajar la pelota que se le escapó, el portugués fue a buscarla como si fuera la última y cayó al pasar por el lado de Valdés. El Bernabéu pidió penalti mientras que Valdés respiró aliviado.
Al final un empate, que hará que el Nou Camp sea el escenario para conocer al campeón del primer título de la temporada, tras las tablas que firmaron madridista y culés en el Santiago Bernabéu.