Wesley Sneijder ya ha tomado una decisión y dejará el Inter de Milán para ir a jugar al Galatasaray
de Turquía. El jugador holandés estaba a la espera de que le llegaran
más ofertas procedentes de otras ligas, como la Premier, y finalmente en
vista de que no llegaban ha decidido que el Galatasaray será el equipo
para el que jugará a partir de ahora.
El futbolista interesaba a equipos como el Liverpool, pero la única
oferta que llegó a su representante fue la procedente de Turquía. Al
final, esto unido a que el Inter de Milán estaba tratando de encontrarle
una salida ha terminado con el jugador aceptando la oferta del
Galatasaray. De esta manera Sneijder inicia una nueva etapa en su
carrera deportiva.
Ni un segundo más aguanta Wesley Sneijder
en el Inter de Milán. Aislado del equipo, marginado por negarse a
aceptar la extensión de su contrato con un salario inferior, el
exjugador del Real Madrid se marcha a Turquía para jugar en el Galatasaray turcohasta junio de 2016 a razón de 5 millones de euros por temporada después del acuerdo con el Inter, que recibirá 7 millones por la operación.Termina así una pesadilla para Sneijder que parecía interminable.
Antes de que todo se torciera, sin embargo, Sneijder vivió momentos
felices en Milán. Encumbrado como el director de orquesta del Inter que
conquistó el triplete, con Mourinho en el banquillo, Sneijder sonó
incluso para ganar el Balón de Oro hace dos años.
Su excelente campaña en la Champions League, asistente de
Diego Milito en el primer gol de la final del Bernabéu que acabó con 45
años de sequía para el Inter, acabó con un notable rendimiento en el
Mundial de Sudáfrica, cinco goles en siete partidos, para caer en la
final contra España.
Sneijder acabó cuarto en la votación al primer FIFA Balón de Oro
de la historia, aunque hubiese sido el ganador con el anterior formato
del premio que decidían un grupo de expertos de la revista France
Football. Con la salida de Mourinho Sneijder comenzó a perder peso en el
equipo. Principalmente por culpa de las lesiones musculares que le
impidieron jugar apenas 20 partidos de Liga. Todavía, eso sí, manejaba
la batuta del equipo como demostró en el último «derby della Madonnina» de la temporada.
Pese a todo parecía que Sneijder no pasaría mucho más tiempo en Milán. Su nombre sonó con fueza como fichaje estrella del Manchester United,
pero la operación no fraguó. Todavía entre rumores comenzó la temporada
Wesley, que marcó el primer gol oficial del club el 2 de agosto ante el
Hajduk Split. Un mes más tarde el flexor dijo basta. De nuevo
lesionado. El equipo aprendió a ganar sin Sneijder, multado por publicar
en su cuenta de Twitter que iba a tratarse de su lesión en California. La disputa acabó en divorcio total cuando el Inter pidió al jugador que renovase su contrato a la baja.
La negativa de Sneijder a renovar le marginó del equipo.
Una vez recuperado de su lesión entrenaba con el resto de sus
compañeros, pero nunca entraba en los planes de Andrea Stramaccioni:
jugó su último partido con el Inter el 25 de septiembre de 2012. Su caso
fe denunciado por la asociación de futbolistas italianos y por el sindicato de jugadores FIFPro.
Las partes se sentaron a negociar antes de las Navidades, sin éxito.
«¿Cómo puedo aceptar un nuevo y peor contrato si ni siquiera aparezco en
la alineación?», dijo Sneijder después de la última reunión con Massimo
Moratti.
El jugador, fichaje estrella en agosto de 2009, se había
convertido en un problema para el equipo, que acabó por aceptar negociar
su salida. La tortuosa relación, sin embargo, no iba a acabar con un
sencillo desenlace. El Inter aceptó la propuesta del Galatasaray, pero
el jugador se resistió durante varios días a firmar con la esperanza de recibir alguna oferta de la Premier League.
Quizás del United, el club al que parecía destinado meses atrás. La
llamada no llegó y Sneijder acabó haciendo la maleta rumbo a Turquía
para, al menos, sentirse de nuevo futbolista.
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