El Valencia CF ganó su primera final de la temporada al deshacerse por 3 – 1 del Bayer Leverkusen y sumar su única victoria hasta el momento en la fase de grupos de la Champions League, lo que le coloca con 5 puntos en la tabla que comanda el Chelsea FC con 8 y en la que los alemanes tienen 6.
Jonas Gonçalves puede presumir de haber marcado el gol más rápido de la historia de la Champions League. El brasileño se aprovechó de un mal despeje del portero rival para abrir el marcador con un remate clínico desde la frontal, ajustado milimétricamente al poste.
El tempranero gol sirvió de perfecta excusa para que el público de Mestalla, siempre exigente, olvidase rencillas pasadas y llevase a su equipo en volandas, pero dos fueron los factores que truncaron esa comunión.
Primero, Banega se lesionó y sufre dolencias en la rodilla. Tenga relación directa o no, la verdad es que el césped de Mestalla estaba en pésimas condiciones.
El Valencia CF quedó descabezado y el Bayer Leverkusen empató. Ballack sirvió un centro medido y Kiessling cabeceó a placer entre los dos centrales valencianistas.
El control del partido no era de los locales y el público de Mestalla se impacientaba a cada minuto. La gota que colmó el vaso fue el cambio de Feghouli, que dejó su puesto a Piatti. La afición entendía que era Pablo quien debía marcharse y abroncó a su entrenador.
Pero, el equipo se abstrajo de ese divorcio y siguió a la suya. En un balón de Pablo a Mathieu, el francés corrió la banda con su atlético estilo y centró para que Soldado, alma de este equipo, rematase de tacón a la red.
En la recta final, Rami remató de cabeza un córner servido por Tino Costa y cerró el marcador que da al Valencia CF esperanzas de estar en octavos de final.
Obligatorio ganar al Genk en la próxima jornada para depender de uno mismo en el temido último partido en Stamford Bridge.
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