El campeón no tirará la toalla en la Liga, deberá superar el tremendo varapalo del Reyno de Navarra y el martes le aguardará ya la Champions.
Ni estar en una situación límite, tal y como calificó Pep Guardiola en la víspera, ha acobardado al técnico para dejar en el banquillo a Cesc junto con los aún renqueantes Xavi e Iniesta. Cumplió con hechos sus palabras al confiar ciegamente en el desplegable del filial.
Si ante la Real Sociedad sacó en el once a Dos Santos y Tello, este sábado le ha tocado a Sergi Roberto, que ha formado con Mascherano y Thiago la misma media del 1-2 copero en Pamplona.
Messi ha jugado arriba con Alexis y el reaparecido Pedro pero esta vez la apuesta ha salido cruz. El Barça no ha sido el Barça ni por asomo sin que pudiera aferrarse a excusas externas. El esférico ha botado como un conejo, sí, pero también para Osasuna y ha sido en una jugada elaborada y no tras un balonazo colgado a la olla como llegó el 1-0, obra de Lekic en el minuto 5. Han quedado retratados Puyol, incapaz de impedir el pase al primer toque del virtuoso Raúl García, y Piqué, cuya espalda ganó el serbio antes de batir a un Valdés vendido.
El gol ha dejado aún más helado al Barça. Las rampas de su particular Tourmalet se empinaban sin preverlo en el libro de ruta. Pep ha movido ficha. Ha ordenado a Mascherano que se descolgara para auxiliar a Piqué y Puyol y ha dado vía libre a Alves por la derecha pero el remedio ha sido peor que la enfermedad.
El Barça se ha estirado y ha dejado sin conexión la media y el ataque. Sólo Roberto ha combinado un par de veces con Messi (Andrés Fernández le sacó una rosca) en una breve rebelión que ha coincidido con un gol anulado a Alexis en posición legal.
Fiel a su irregularidad a domicilio, el Barça ha reincidido con una menor tensión que Osasuna, que ha bailado a la zaga culé en el 2-0. Raúl García ha abierto a Cejudo y Lekic ha rematado a la red el centro al área chica en el 22'. Otro mazazo para el campeón, que ha seguido inseguro atrás, blando en la media e indolente arriba hasta el descanso.
Cuenca y Tello han sido los elegidos para relevar a Puyol y Pedro y dinamizar el ataque. 'Masche' ha bajado al eje central y Messi ha pasado a interior con libertad detrás del '9' Alexis. El Barça ha ganado en profundidad y amplitud y ha obtenido el premio con el 2-1 del chileno a centro de Cuenca.
Se olía la remontada pero un error imperdonable de Valdés en un despeje ha pillado desprevenida a su zaga y Raúl García, anticipándose a Piqué, ha logrado su merecido gol. Algo más de media hora y 3-1. Sólo ha quedado la épica.
Ha persistido el Barça con más corazón que cabeza, apelando incluso a Piqué como '9'. Andrés ha frustrado un tanto de Tello después de que Alexis rematara fuera.
Ya a la desesperada, Cesc ha salido por Piqué, confirmando que Xavi e Iniesta no estaban para jugar, y a los tres minutos habilitó a Tello, autor de un golazo con la zurda. Restaba un cuarto de hora. No ha faltado un poste de Puñal pero al instante, Andrés se ha disfrazado todavía más de Javi Varas y Diego Alves luciéndose a pies de Tello después de que Messi le dejara solo, como hizo en la prolongación con Cesc, que topó con el meta.
Antes, Alexis ha marcado en fuera de juego tras peinar Roberto el balón. El récord de cuatro Ligas seguidas del Dream Team es más que un sueño. El martes, Leverkusen.
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