Tercera deserción en el Real Zaragoza. Después de Leonardo Ponzio y de Fernando Meira, Antonio Tomás también se tira del barco para marcharse al fútbol búlgaro, en concreto al CSKA de Sofía. El centrocampista cántabro no quiere continuar ni un día más en el equipo aragonés y su representante, Eugenio Botas, comenzó ayer a negociar la rescisión de su contrato. El acuerdo es sólo cuestión de horas y puede darse por seguro.
Antonio Tomás llegó al Zaragoza del paro y lesionado el pasado 27 de septiembre, cuando Javier Aguirre no había pedido un mediocentro de sus características. Su fichaje fue otra de las ya famosas ocurrencias de Agapito Iglesias, aunque el propio entrenador mexicano filtraría después en privado que era un favor que el soriano le debía a Botas.
Firmó hasta final de temporada por apenas 150.000 euros de ficha, una cantidad de la que el Zaragoza se ahorrará la mitad, aunque el jugador, como nadie de la plantilla, ha cobrado todavía un euro.
La salida ahora de Antonio Tomás confi rma el estado de descomposición absoluta en el que se encuentra el club aragonés. Manolo Jiménez lo hizo titular en su primer partido en Santander y también lo incluyó en el once frente al Getafe. Pero unas molestias en el calentamiento le impidieron jugar.
Ayer el jugador, antes del entrenamiento, le anunció al técnico sus deseos de irse a Bulgaria, y en el club le han puesto un puente de plata.
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