El Swansea City ha vuelto a demostrar
una jornada más, y ya son muchas desde que cogiera el equipo Brendan
Rodgers allá por el verano del 2010, que la mejor forma de ganar los
partidos es queriendo jugar el balón. Tras la marcha del técnico
norirlandés al Liverpool, el Swansea ha seguido apostando por esa idea
futbolística. El danés Michael Laudrup desembarcó en Swansea y de
momento está dando resultado.
Laudrup dota a su equipo de una idea que
aprendió en su etapa como jugador del famoso F.C Barcelona del "Dream
Team": altas posesiones de balón, continua movilidad de los
centrocampistas, presión en la recuperación, constantes subidas de los
laterales, etc. Estos automatismos parecen estar bien aprendidos por los "Jacks".
Después del gran partido de la semana pasada frente al QPR (0-5),
hoy tocaba demostrar que aquello no fue algo pasajero. Dicho y hecho,
gran victoria en la presentación ante su afición en el Liberty Stadium y
líderes provisionales. Tras un comienzo de partido con demasiadas
imprecisiones por parte de ambos conjuntos, el West Ham fue quien
dispuso de las primeras oportunidades, casi siempre a cargo del reciente
fichaje Matt Jarvis. Sus continuas internadas desde la banda creaban
cierto peligro a la zaga local.
El West Ham imponía una fuerte presión
sobre la salida del balón y se hacía con el dominio en los primeros
compases del partido. Sin embargo, poco le duró al conjunto londinense.
Un gran Britton tomó el mando del encuentro y empezó a asociarse con sus
compañeros De Guzmán, Routledge, Dyer y Michu para hacerse nuevamente
con la posesión del balón. El Swansea abrió el marcador con la
inestimable ayuda del portero visitante Jaaskelainen, al no poder atajar
un centro-chut del lateral español Ángel Rangel -tras una gran
internada por la banda derecha-. Apenas unos minutos más tarde, de nuevo
otro fallo defensivo condenaría a los "Hammers". Esta vez una mala
cesión del central Collins a su portero fue aprovechado por Michu máximo goleador del campeonato con tres tantos para conseguir aumentar la ventaja.
En los últimos minutos de la primera
mitad, el West Ham se fue al ataque buscando recortar distancias. Creó
verdadero peligro en uno de los puntos débiles de este sorprendente
Swansea: los balones parados. Dos saques de esquina consecutivos y
varias faltas laterales colgadas al área, a punto estuvieron de
significar el primer tanto para el West Ham.
Dominio absoluto en la segunda mitad
La segunda parte comenzó igual que la
primera. El West Ham presionó y atascó el juego del Swansea, aunque la
reacción apenas duró diez minutos. Para entonces, el Swansea se limitaba
a esperar en su campo dispuesto a salir al contragolpe con la velocidad
de sus hombres. Dyer, uno de los más activos durante el encuentro,
lanzó un contragolpe que Graham desperdició delante de Jaaskelainen, en
lo que pudo ser el tercero. Con el partido roto, los hombres de Laudrup
terminaron por hacerse con el control absoluto. Con el dominio del
balón, era cuestión de tiempo que cayera otro tanto y así sucedió. Una
gran jugada colectiva, empezada por Rangel y rematada por Graham dentro
del área, supuso el definitivo 3-0.
No hay comentarios:
Publicar un comentario