REMONTADA EN MESTALLA

Un Mestalla afectado por los horarios más propios de fiestas que de fútbol recibió expectante el estreno en partido oficial de su equipo ante el Deportivo. El Valencia no falló a sus fieles seguidores y buscó desde el principio el gol que abriera el marcador. Y solo le costó 10 minutos. La conexión Jonas-Soldado volvió a funcionar a las mil maravillas y el brasileño le cedió al delantero el tanto con un pase al espacio que rozó la perfección. Soldado, con mucha clase, dejó sentado a Aranzubía y marcó a puerta vacía.

Y a diferencia de otros años, el Valencia no se quedó contento con el gol y siguió acechando la portería rival. El centro del campo formado por Tino Costa y Gago hacían las delicias de la afición valencianista con pases en profundidad y a la espalda de la defensa. Fue Tino Costa quien sirvió un pase perfecto desde la frontal para Jonas, que de primeras se la dejó a Soldado para que de tijera marcara un gol de bella factura.
 
Era el minuto 27 y tuvo que estirar líneas el Deportivo, que cerca estuvo de acortar distancias con dos disparos de Riki y de Pizzi que atajó Diego Alves evitando el despertar gallego. Despertar que casi se hace efectivo con un gol que no subió al marcador por un posible fuera de juego de Riki. Pero el Deportivo era otro y consiguió encerrar por unos minutos a su rival. Y en un saque de esquina, el equipo de Oltra se metió en el partido. El Deportivo aprovechó el desconcierto del Valencia, que acababa de sustituir a Gago por Parejo, y Abel Aguilar remató a placer un balón muerto en el área.

Pero el gol de los blanquiazules no hizo más que despertar al Valencia, que volvió a mandar en el encuentro. Ahora era Dani Parejo quien lideraba el ataque de los de Pellegrino y en su segunda acción con el balón le sirvió en bandeja el tercero de la noche a Feghouli. El argelino no quiso rechazar el regalo de su compañero y superó a Aranzubía.

El Valencia se fue al descanso sin haberse venido abajo por el gol de Abel Aguilar. La única nota negativa la puso Gago, que abandonó el césped por problemas físicos.
 
Tras el descanso, el Deportivo salió más fuerte, buscando el gol que volviera a meterles en el partido. Pizzi lideraba el ataque de los gallegos, pero Diego Alves sacaba todas las ocasiones. Pero los fallos se suelen pagar muy caros y en una mala decisión del meta brasileño, de nuevo Abel Aguilar batió y perforó la red valencianista. El Valencia se durmió una vez más y lo pagó. Además, el tanto ayudó para que el Deportivo se asentara en el partido y dominara la posesión. La entrada de Nelson Oliveira ganó profundidad arriba. El empate estaba más cercano que nunca.

El tiempo iba pasando y el Valencia había perdido su frescura ofensiva. Jonas y Soldado no recibían balones y el encuentro estaba más que complicado para los valencianistas. Y más se terminó de complicar con la merecida igualada del Deportivo. Un penalti dudoso de Ricardo Costa sobre Riki lo transformó Pizzi para empatar a 3. La segunda parte del Valencia estaba siendo más que criticable.

Ya en los últimos diez minutos de juego, el Valencia intentó despertar y conseguir el gol que le diera la victoria, pero el cansancio ya hacía mella y las acciones acababan casi siempre de forma negativa.

Y así terminó el partido, con un Valencia apático que se vio superado por un atrevido Deportivo que mereció la igualada final.