Desde hace ya muchos cursos, el Arsenal ha
tenido problemas derivados de su falta de solidez defensiva, estudiando
con mucho detenimiento las diferentes opciones de mercado que tendrían
para reforzar esa merma de su plantilla. Uno de los nombres que siempre
salió vinculado a los Gunners, fue el del central noruego del
Fulham, Brede Hangeland, que no acabó de concretarse nunca debido a la
alta demanda de traspaso que pedían los vecinos londinenses.
Sin embargo, ahora más que nunca su marcha
y cambio de aires puede estar cercano. El zaguero, ya de 31 años aunque
con enorme experiencia al primer nivel y siendo fijo en los esquemas
del equipo Cottagers, terminará contrato en el mes de junio de 2013, con
lo que le queda menos de un curso para tomar la decisión de seguir,
buscar un nuevo alojamiento o marcharse al vecino del Emirates Stadium,
tal y como recuerdan los medios de la capital estos días.
Allí lo esperará otro verano más Arsene Wenger, que lo tiene ya como
objetivo prioritario por la validez de un refuerzo sin coste alguno y
porque el propio jugador ha conocido de primera mano en más de una
ocasión la existencia clara de este interés. Un fichaje que puede
coronarse a partir de los últimos seis meses de contrato, cuando el
jugador sea libre ya para negociar.
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