La maquinaria de la selección alemana funcionó con precisión y, con dos goles del hispano aleman Mario Gomez, derrotó a Holanda (2-1) en la segunda jornada del grupo B de la Eurocopa.
El triunfo deja a Alemania a las puertas de los cuartos de final y muy
cerca de la eliminación a los subcampeones mundiales.
Alemania
solo dio 20 minutos de vida a Holanda, los que tardó en ponerse a
elaborar su fútbol directo y efectivo, lo que le valió para tener muy
cerca de su mano el pase a la siguiente fase de esta Eurocopa. A los de
Joachim Löw les basta con empatar ante Dinamarca o si pierden, que
Portugal no le gane a Holanda.
Hasta ese momento, los holandeses
albergaron alguna esperanza en una competición a la que llegaban como
favoritos y a la que casi han dicho adiós a las primeras de cambio. Para
Robben y los suyos este 'grupo de la muerte' resulta literalmente letal
y ahora dependen de que Alemania le gane a Dinamarca en la última
jornada y ellos superen a Portugal por dos o más goles.
'Super Mario' aplasta al tulipán
Enemigos
futbolísticos íntimos desde hace muchos años, Alemania y Holanda
disputaron su partido número 39 y, una vez más, la decimoquinta, el
éxito correspondió a los alemanes. Tras su derrota ante Dinamarca,
Holanda llegó ansiosa y fiada al estilete de Van Persie y la verdad es
que el delantero lo intento, aunque con nulo resultado.
Los
naranjas tuvieron dos buenas ocasiones en los minutos 7 y 11 del
encuentro, mientras se 'desperezaba' Alemania, ambas de Van Persie. La
primera fue la mejor, pero el delantero se decidió a tirar de primeras
ante Neuer, cuando estaba solo y con tiempo para templar y mandar.
También
tuvo otra cuatro minutos después, aunque ya Alemania respondió con un
tiro de Özil desde fuera del área que constituyó un anticipo de la
debacle holandesa. Mario Gomez fue el inclemente verdugo de los de Van
Marwijk con dos certeras acciones.
Otra vez un español hace llorar a Holanda, como pasara en la final de la Copa del Mundo, aquella vez fue Iniesta y esta vez Mario con familia española y de origen granadino se convirtio en la bestia española en una maquinaria alemana.
'Supermario' anotó el 1-0 a los 24
minutos tras recibir un gran pase de Schweinsteiger, al que el
delantero de origen español dio realce con un control magnífico y giro
sobre sí mismo. Los centrales holandeses dejaron unos metros de libertas
a Gomez y este no perdonó.
A esas alturas, Alemania ya era una
locomotora a pleno rendimiento, ante una Holanda con Schneijder y Robben
muy apagados y donde solo el meta Stekelenburg estuvo a la altura de la
situación.
El portero 'orange' estuvo brillante al evitar un
cabezazo a bocajarro de Badstuber a los 36 minutos, pero no pudo atajar
el sensacional trallazo cruzado de Mario Gomez, que supuso el 2-0 en el minuto 38. Y
aún sacó Stekelenburg otra ocasión, ya al filo del descanso, en una
sensacional estirada ante la parábola envenenada que tomó una falta
sacada por Schweinsteiger y que rebotó en Robben.
Orgullo de subcampeón
La
noqueada Holanda trató de reaccionar con la inclusión, al regresar de
los vestuarios, de Huntelaar, máximo goleador de la Bundesliga esta
temporada por delante del propio Mario Gomez, y de Rafael Van der Vaart.
Alemania,
ya lanzada en velocidad de crucero, afrontó muy tranquila la segunda
mitad, en la que mantuvo mayor intensidad que sus rivales. La
peligrosidad de Gomez, Müller o las incursiones arriba de Hummels
llenaron de precaución a Holanda.
No quisieron, no obstante, los
subcampeones mundiales marcharse de la Eurocopa dando tan pobre
impresión. Sacaron su orgullo, alcanzaron un mayor nivel de compromiso
con el fútbol y tuvieron su mejor fase en la última media hora del
encuentro.
Huntelaar y Van der Vaart abrieron algunas brechas en
la defensa germana que no acabaron de aprovechar sus compañeros. Van
Persie lanzó un misil que obligó a Neuer, a los 57 minutos; y cuatro
después fue Schneijder quien probó fortuna en un bello tiro cruzado.
Más
peligro tuvo un balonazo del propio Schneijder, tras un gran eslalon de
Robben, y que le sacó todo el aire a Boateng quien, con su cruce,
impidió un gol casi seguro. Holanda buscó con empeño en esos minutos un
gol que los metiera en el partido y en la competición.
El premio llegó para Holanda a los 73 minutos, Van Persie marcó el 2-1 en una jugada individual, que el delantero culminó con un gran disparo desde fuera del área, ante el que Neuer nada pudo hacer.
El
gol exaltó a los holandeses, que apuraron sus opciones hasta el último
instante, y favoreció el espectáculo, ya que Alemania no pudo dormitar.
En todo caso los de Joachim Löw administraron con solvencia la
situación. Sus peores noticias fueron la tarjeta de Boateng, que lo
dejará fuera del choque ante Dinamarca y una posible lesión de
Schweinsteiger.
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