César Mansanelli (m.25), de penalti, y César Pereyra (m.49) marcaron los tantos que dejan a uno de los equipos más populares de la provincia del centro de Argentina en el umbral del ascenso a la Primera División.
Con este traspiés, el River Plate está obligado a ganar por dos goles de diferencia el domingo próximo en el estadio 'Monumental' (tiene ventaja deportiva reglamentaria y puede aspirar a un empate), después de haber marcado 15 en las 19 jornadas del torneo Clausura, el último de la temporada 2010-2011.
En esa competición que terminó el pasado fin de semana solamente pudo anotar dos tantos ante el colista Huracán, que descendió a la segunda categoría, y el Newell's Old Boys, penúltimo en la clasificación.
Pero ese déficit no es el único problema que afrontará el equipo que dirige Juan José López, ya que por acumulación de tarjetas amarillas no podrá contar en el choque de vuelta con los defensas Paulo Ferrari y Adalberto Román, y con su capitán, el centrocampista Matías Almeyda.
El momento más dramático de los 110 años de historia del River Plate, irreconocible en su actitud y capacidad, dejó un jirón de su gloria en territorio cordobés, en el que miles de aficionados no solo sueñan con el ascenso del Belgrano a la división de honor, sino conseguirlo a expensas de un 'grande'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario