El Barcelona puede que sea el mejor equipo del mundo o de la historia, pero es Leo Messi la gran diferencia respecto al resto de mortales. Lo es casi siempre, y volvió a repetir ayer para darle el triunfo al conjunto azulgrana en Mestalla frente al Valencia.
Los locales salieron sin un delantero centro 'al uso', pero no fue en absoluto timorato el planteamiento de Emery. El equipo 'ché' no se lanzó a por el partido, ya que eso habría supuesto una goleada en contra, pero sí supo manejar el 'tempo del partido. Sin embargo, la primera gran ocasión la tuvo Messi. El argentino chutó primero contra Guaita y luego contra Costa. El tercer rechace se lo volvió a entregar al portero en un fallo poco habitual.
Los de Guardiola, sin Pedro de inicio, encontraron en el nerviosismo de Stankevicius y DeAlbert a su mejor aliado.En un fallo en una entrega, Messi y Villa se plantaron solos, pero 'la Pulga' prefirió la acción individual y brillante. Falló por encima de la salida del arquero. La réplica la puso Jordi Alba, al que le pitaron un dudoso fuera de juego en una acción en la que acabó superando a Pinto.
La segunda parte trajo consigo a Soldado, en un claro acierto. Con él en el campo el Valencia fue más hacia delante, y entre él y Pablo se repartieron las tres ocasiones más claras del partido. Unas veces por mala puntería y otras por no llegar a pases por milímetros, pero todas ellas se fueron al limbo.
Messi tuvo una más, y fue la definitiva. Adriano dobló por su banda, la izquierda, y cedió para que Leo superase con intriga a Guaita a diez minutos para el final. No hubo tiempo para más y el Barcelona duerme sobre un colchón de diez puntos y la sensación de haber dado un paso de gigante por la Liga.
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