Tercera goleada consecutiva del Real Madrid en la Liga (6-2 al Rayo, 0-4 al Espanyol y 0-4 ayer). Esta vez le tocó al Málaga, los nuevos millonarios que fueron un juguete en manos del Madrid.
El equipo del ex técnico madridista, Manuel Pellegrini, saltó al campo demasiado temeroso y lo acabó pagando, porque se encontró en frente con un Madrid inspirado y con un Cristiano Ronaldo que recuperó su olfato goleador sumando un nuevo hat-trick. Antes Higuaín ya había abierto el camino de la goleada madridista, que sirve para presionar a su máximo rival, el Barça.
Le bastaron al Madrid los primeros 45 minutos para decidir un partido en el que encontró muchas más facilidades de las que, a priori, se podía esperar. El Málaga se mostró muy frágil en defensa y apenas presionó a los madridistas que llegaban con facilidad a las inmediaciones de la meta defendida por Rubén, ante la ausencia del sancionado Caballero.
Los primeros compases ofrecían un partido abierto, con dos jugadas conflictivas consecutivas, una en cada área, que el árbitro Mateu Lahoz prefirió ignorar y que ambos equipos reclamaron como penalti a Cristiano y a Joaquín, mucho más claro el que reclamaron los malacitanos. Pero fue un espejismo. El Madrid tomó la iniciativa y a los 10 minutos empezó la goleada.
Higuaín resolvió un magnífico servicio de Di María. El gol acabó por descolocar al Málaga, aunque antes de ese gol Rondón tuvo una gran ocasión para el Málaga que desbarató Casillas y después Apoño, en el lanzamiento de una falta.
Pero el Madrid era superior y Cristiano Ronaldo se encargó de rubricarlo con un hat-trick (23', 27' y 37'), en dos de los cuales también intervino Di María, con una asistencia en el primero y sacando el córner en el tercero. El Málaga sólo creó otra ocasión de peligro, pero Casillas le quitó el balón a Eliseu (44').
El Madrid, a descansar
Ante las apreturas de la temporada, Mourinho pidió a sus jugadores, en el descanso, que dosificaran sus fuerzas e intentaran dormir el balón. Lo hicieron intentando imitar al Barça, tocando y tocando, pero ese no es el fútbol de Mourinho y el Madrid perdía el balón con demasiada facilidad.
El Málaga tomó la iniciativa. Eliseu, Rondón, Joaquín, Sebas... lo intentaron, pero alli estaba Casillas para impedir cualquier sorpresa y si no, los palos. Pero todos los esfuerzos y el mayor dominio del Málaga resultaron ya inútiles. El partido había quedado resuelto con los primeros 45 minutos y todo lo demás sobró.
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