El Norwich de Paul Lambert se ha convertido en una de las revelaciones del curso. Nuevo en la categoría a la que accedió desde la Championships está acomodado en el ecuador de la tabla. Con miras superiores. Ha puntuado en seis de los nueve partidos jugados. Ha ganado tres y ha empatado otros tantos.
El Liverpool, sin embargo, no termina de definir sus opciones. Incapaz de rentabilizar el ocaso del Arsenal para ocupar la cuarta plaza, ahora del Newcastle, transita por la inestabilidad. El domingo puede ceder, incluso, la quinta posición, si el Tottenham gana en el campo del Blackburn.
El Liverpool no aprovechó su superioridad. Ni cuando el partido se puso de cara con el tanto de Craig Bellamy, en el tiempo añadido de la primera parte.
Eso no descompuso a los visitantes, que creyeron siempre en sus opciones. Así, a la hora de juego, Grant Holt aprovechó un centro de Anthony Pilkington para empatar el encuentro.
Dalglish no reaccionó hasta ese momento. Sacó al campo primero a Jordan Henderson, por Bellamy, y diez minutos después a Andy Carroll. No encontró la solución esperada entre los suplentes. Su rival rentabilizó los recursos y frustró las expectativas 'reds', otra vez condenado a dilatar sus ambiciones.
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