El equipo 'colchonero' no levanta cabeza y completó siete juegos oficiales sin ganar. Fernando Llorente, con dos goles en el ecuador de la segunda mitad, a los que se añadió uno de Gaizka Toquero un poco después, determinó del lado del Athletic de Bilbao el clásico ante el Atlético de Madrid que se jugó en San Mamés y que finalizó con marcador 3-0 a favor de los locales.
Al ariete internacional primero le favoreció la fortuna en un mal remate en el área pequeña, que desvió Filipe Luis hacia su propia portería ante la desesperación de Courtois; y después, 4 minutos más tarde, sentenció con uno de sus poderosos remates de cabeza, esta vez a espléndido centro de Toquero desde la derecha y después de deshacerse de su marcador Miranda.
El 'lehendakari' Toquero sentenció la goleada apenas tres minutos después con otro buen cabezazo, tras el buen centro desde la izquierda de Ander Herrera a balón parado. Curiosamente, el Athletic decidió el partido a su favor tras marcharse del terreno de juego el que está siendo su mejor jugador en lo que va de temporada, Iker Muniain, y después de superar un sinfín de contratiempos físicos en forma de lesiones de Amorebieta y Javi Martínez, que tuvieron que ser sustituidos, y hasta un susto de Llorente, que se cayó de una forma que hizo temer lo peor.
Con esta victoria, el Athletic encadena siete partidos sin perder, cinco en Liga, y se encarama a la octava plaza de la tabla clasificatoria, ya a tres puntos de las posiciones europeas.
El Atlético, en un camino diametralmente opuesto, siete partidos oficiales ya sin ganar, cae a la duodécima posición y el futuro de Gregorio Manzano empieza a ser muy complicado en la entidad colchonera.
La presión a la que se sometieron ambos equipos derivó en un inicio de partido muy intenso, aunque alejado de las porterías. Un forcejeo entre Susaeta y Godín en el área 'colchonera' en la que los locales han reclamado penalti, fue la acción que desenredó el juego dando inicio a una fase de ida y vuelta sobre ambas áreas en la que el Atlético fue mejor.
El equipo de Gregorio Manzano, mejor colocado que su rival, cerró bien los espacios buscando sus opciones a la contra. Falcao, en el 13, dio el primer aviso serio en un tiro raso que obligó a lucirse a Iraizoz y dos minutos después fue Filipe Luis quien culminó con un tiro demasiado cruzado una buena combinación visitante.
El Athletic, por su parte, se mostraba incómodo sobre el campo, pero fiel a su ideario buscando fisuras en el sistema defensivo del Atlético y encontrándolas en un par de ocasiones desbaratadas ambas por un inspirado Courtois. En el 22, el portero belga sacó una mano prodigiosa para enviar al tiro de esquina un derechazo de Llorente y en el 38 desvió también a saque de esquina un remate de De Marcos, que le había encarado con ventaja tras un error de bulto de la pareja de centrales visitantes.
Poco después, Llorente provocó los suspiros de inquietud de la grada al pedir inmediatamente el cambio doliéndose de la rodilla izquierda, aunque finalmente los aficionados respiraron aliviados cuando vieron que pudo reincorporarse al partido.
El del delantero internacional no fue el único contratiempo físico del Athletic en la primera parte, ya que Amorebieta tuvo que ser sustituido en el minuto 17 y Javi Martínez, que vio la quinta cartulina amarilla que le impedirá jugar el domingo en Gijón, fue relevado en el descanso tras sentir molestias en los aductores.
Siguió en la misma línea el juego en la segunda mitad, peleada, pero con apenas más opciones que otra de la que dispuso De Marcos antes del festival de Llorente y Toquero. El cabezazo de de Laguardia, a buen centro de Aurtenetxe, se le marchó fuera. Luego apareció el '9' local para decidir el choque, apoyado en la fortuna, un espléndido centro de Toquero y su poderoso juego aéreo.
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