El FC Barcelona empató (0-0) en casa del Villarreal en un choque en el que los de Guardiola acusaron la parquedad de su plantilla y la fatiga de los muchos compromisos afrontados. El empate deja al Barcelona a siete puntos del Real Madrid, en la pelea que ambos clubes mantienen por el liderato.
El Villarreal estuvo muy enchufado y ejerció una enorme presión para cerrar los espacios. Pero fue el Barcelona el que tomó enseguida la iniciativa. Dos minutos tardó en llevar peligro Alves, en posición correcta pese a las protestas locales, que pidieron fuera de juego.
Algo más tardó el Villarreal hasta Valdés. Lo hizo Cani a los nueve minutos en una bella doble pared. El partido tuvo un ritmo endiablado en sus compases iniciales y así se mantuvo por mucho tiempo.
Los de Molina exigieron mucho a su rival. Bruno, Borja Valero, Cani y Marcos Senna ejercieron como primera línea de presión, lo que complicó mucho el encuentro a los de Guardiola.
Los azulgrana optaron por un juego rápido y de toque preciso para evitar los marcajes contrarios. Sus primeras ocasiones llegaron tras un error de Diego López en un saque en el que Xavi pasó a Alves en el área y que interceptó Gonzalo.
Instantes después, el brasileño le puso la mejor a Messi. Un pase con el que el argentino ganó la espalda a toda la cobertura del Villarreal. Messi superó al portero, pero su balón su fue rozando el poste.
Tras cuarto de hora fulgurante, el paso de los minutos empezó a dejar en evidencia a un Barça fatigado, que pasó sus apuros ante la velocidad del Villarreal.
A los 26 minutos, Piqué chocó con Valdés y Mascherano salvó el gol sobre la raya. A los 35 minutos, Marcos Ruben condujo un contragolpe que salió alto.
Un minuto después Valdés hizo un paradón a tiro de Marcos Senna. Y en la jugada siguiente hubo un gol anulado a Gonzalo, por claro fuera de juego.
El Villarreal se lanzó y acosó a un Barcelona que no exhibió su frescura habitual. Una muestra fue el balón de gol que le puso Messi a Cesc al filo del descanso, y que el catalán no controló, solo ante Diego López.
El choque entró en un rumbo esperanzador para los locales y preocupante para los visitantes a poco de empezar la segunda mitad. El árbitro, Teixeira Vitienes, no consideró penalti un derribo de Busquets a Borja Valero, por el que clamó El Madrigal.
El empate no era suficiente para las necesidades del Barça. Guardiola sacó a un dolorido Piqué por Alexis a los 60 minutos. A partir de entonces los azulgrana jugaron con una línea de tres atrás: Mascherano, Abidal y Puyol, con Alves muy adelantado.
Con el chileno, sin embargo, tampoco las ideas de ataque del Barça tuvieron claridad ante un Villarreal muy ordenado y al que solo le faltó, en algunos momentos del encuentro, creerse que podía aspirar a más.
Casi toda la segunda mitad transcurrió sin ocasiones claras de gol para ninguno de los dos conjuntos, empeñados en una continua tarea de desgaste, que llevó a Xavi, exhausto, al banquillo, sustituido por Thiago. El joven Cristian Tello salió por Adriano.
Quedaba un cuarto de hora y poco después de entrar, Tello fue protagonista de la acción que pudo desequilibrar el encuentro. Su magnífica internada la culminó Cesc con duro disparo que repelió el larguero.
Tello, el canterazo de 20 años, fue una pesadilla para el Villarreal y revolucionó el juego de ataque del Barça. De sus botas salió el inicio de la jugada que continuaron con pared entre Messi y Alexis. El argentino no pudo superar a un inmenso Diego López, que sacó de forma providencial un balón a falta de cuatro minutos para concluir.
El Barcelona no pudo conducir con éxito su asedio final y se queda a siete puntos del Real Madrid. En el Villarreal festejan el empate como una hazaña. La llegada de Molina parece haberles traido un nuevo impulso para evitar las plazas de peligro.
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