El conjunto londinense logró en la segunda parte dar salida a su impotencia en ataque, claramente patente en el primer tiempo, en el que los 'blues' dominaron aunque sin demasiada intensidad. La entrada de Anelka y la insistencia local finalmente terminó por ser clave para llevarse un encuentro que sirvió para que Fernando Torres recuperara la sonrisa después de servir en bandeja a Mata el segundo gol local tras una buena jugada personal.
Los primeros 45 minutos arrojaron un dominio local tan previsible como estéril de cara a puerta. Andre Villas-Boas arrancó con un once ofensivo con Mata, Malouda y Sturridge acompañando a Fernando Torres en la línea de vanguardia. Esta declaración de intenciones invitaba a pensar en un Chelsea que podía aspirar a cercar la puerta a alemana y tomar ventaja antes del descanso.
Los ingleses si lograron llevar el mando del choque, pero su dominio no se traducía en peligro en el primer tramo de la contienda. Los 'blues' combinaban con aceptable fluidez y llegaban a las inmediaciones de Leno con bastante asiduidad. Sin embargo, el fútbol de los londinenses se terminaba en los últimos metros, sin saber encontrar soluciones de entidad a la hora de encontrar el gol.
Los de Sttamford Bridge lo intentaban pero adolecían de una alarmante falta de pegada. Con un Torres una vez más preocupantemente impotente, eran Mata y Sturridge, que se antoja como una seria amenaza para la titularidad del fuenlabreño, los encargados de echarse sobre sus espaldas el potencial ofensivo del Chelsea, pero esto sólo dio para un par de disparos desde fuera del área que resolvió con acierto el meta teutón.
Al descanso se llegaba con incertidumbre en el marcador y en el césped. Los locales querían pero no podían mientras que el Bayer había resuelto con comodidad el primer acto, sin tener que apelar al clásico 'catenaccio' para contener a su rival y sin renunciar al cuidado manejo de balón, propio de los equipos que dirige Jupp Heynckens.
ANELKA DA OTRO AIRE AL CHELSEA
La segunda mitad arrancó de nuevo con un Chelsea voluntarioso pero negado ante el gol. Los de Villas-Boas no escatimaban esfuerzos en asediar al Bayer, que iba progresivamente cediendo el campo a su adversario. De cara a la empresa de los ingleses resultó clave la entrada en escena del siempre notable Nicolás Anelka, que aportó más chispa y dinamismo a las acometidas de los locales
El francés otorgó otra alegría a los suyos, que por fin en el 67 daban fin a su ansiedad con un gran tanto de David Luiz, que aprovechaba un pase atrás de Torres para, con un gran disparo raso, poner el 1-0 en el luminoso y aplacaba las urgencias del conjunto capitalino.
El gol dió alas al Chelsea que vivió sus mejores minutos cuando logró ponerse por delante en el tanteador. El Bayer se veía obligado a descuidar sus precauciones defensivas y su rival lo sabía aprovechar para acercarse a la sentencia con un Anelka muy activo entrando por banda derecha y con evidente voluntad de reivindicarse como una alternativa solvente en ataque.
Como epílogo del encuentro destacó la actuación de Torres que encontró en el tiempo de descuento su mejor bálsamo para terminar con su ansiedad, tras un choque en el que se mostró voluntarioso aunque desafortunado.
El madrileño obtuvo premio en su constancia y aprovechó los huecos en la zaga alemana para encarar marcharse de un rival y dejar en bandeja el segundo tanto a Juan Mata, que cerró el necesario triunfo inglés para acabar con las dudas que rodean al nuevo proyecto de Roman Abramovich.
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